Ecosistemas Acuáticos

Son aquellos ecosistemas donde los componentes vivos desarrollan todas sus actividades en en el agua. Los ecosistemas acuáticos se dividen a grandes rasgos en ecosistemas marítimos (los pertenecientes al océano y a sus costas) y ecosistemas de agua dulce (ríos, lagos, lagunas y arroyos), pues de acuerdo a las características físicas y químicas de cada uno, tendrán una fauna y flora distinta, adaptada a las condiciones vitales lo mejor posible.


Los ecosistemas marinos son sumamente variados y ricos en fauna y flora, en un rango amplio desde microorganismos, mamíferos marinos, peces, moluscos, hasta grandes depredadores y formas vegetales estáticas y móviles. Recordemos que de allí proviene la vida en el planeta. Estos ecosistemas se adaptan a la profundidad a la que se encuentren, y que a groso modo podemos clasificar en cuatro zonas:





ecosistema acuatico


  • Intermareas: La zona en que el mar se conecta con la tierra firme, sea por la superficie o subterráneamente, es una zona de mucho cambio y gran movimiento y erosión.
  • Mar abierto: También llamada zona pelágica, es la región más densamente poblada y de mayores temperaturas, que descienden paulatinamente a medida que se desciende en altura. Abarca la superficie oceánica y los primeros cientos de metros de profundidad.
  • Fondo oceánico: Zonas de mayor frialdad y menor incidencia de luz, en las que impera la arena y la vida se torna más feroz y silenciosa. Suele estar bajo cientos de metros de profundidad.

  • Zona abisal o béntica: Es la región más profunda del océano, ubicada en fosas y grietas del suelo oceánico que conducen a regiones sin luz solar, baja presencia de materia orgánica (aunque posee una lluvia constante de residuos de las capas superiores), gigantescas presiones acuáticas y una fauna adaptada a estas condiciones, cuyas formas y mecanismos de supervivencia suelen ser llamativos o sorprendentes.



    Los ecosistemas de agua dulce, también denominado limnobios, están determinadas por los lagos, ríos, pantanos… etc. Constituyen una gran biodiversidad de especies de todo género y de todo color, tanto faunística como de vegetación. Se subdividen de acuerdo a los movimientos del agua en dos tipos:



    • Lénticos. Aguas quietas o de poco caudal, como los lagos, lagunas y estanques. Contienen mayor materia orgánica en suspensión en el agua.
    • Lóticos. Sistemas de agua corriente como ríos, riachuelos, arroyos, etc. Presentan mayor movimiento y mayor convivencia de especies, entre peces, reptiles, anfibios, aves, etc.


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